En las noches sin horas, recostado sobre mi cama,

Soy invadido por una multitud de recuerdos tuyos?

Y es que han sido tantos los momentos compartidos,

Tantos los besos, las caricias, las palabras dulces,

Que añorante mi alma te llama febrilmente.

Y por un instante, al cerrar los ojos,

Creo sentir mis labios posarse suavemente

Sobre los tuyos, atraídos por el dulce sabor de tu

Boca perfumada, cuyo néctar embriaga mis sentidos

Impregnándome completamente de tu aroma.

Y así, arrobado por el recuerdo de tus besos,

Sintiendo el calor de nuestros cuerpos,

Me imagino sembrando con caricias y ternuras

Cada palmo de tu nívea piel, absorbiendo la

Fragancia de tu seductora juventud.