Nuestro amor es fruto del pecado

De una relación que Dios no bendice

Tú tienes una familia, marido e hijos

Yo apenas nacía cuando tú cumplías quince

Me embriago entre las copas de tu cuerpo

La libido es un néctar que morimos por beber

Tú caminabas sendas que de casualidad corrí

En busca de aventuras y de nuevas pasiones

Pero hallé a una mujer, perfumada de ansías

Experta en la materia, me brindó su enseñanza.

Las cosas que hemos hecho de más está contarlas

La habitación guarda sus secretos como fiel cómplice

Grabé mi nombre en tus sábanas con las que se cubre tu marido

Se impregna del aroma que arrojamos al contacto de nuestras almas

Cuando tu cintura se disloca en mi compás de amor placentero

Así es victima inocente de nuestros juegos secretos.

Recibe el la noticia, estás embarazada

Padre por tercera vez, padre nunca jamás

Ese niño tendrá su apellido, guardará mi sangre

Cuando las cosas se ponen serias debes decidir

Y tú decidiste que primero es tu reputación

Pones de pretexto a la unión de tu familia

Que debes cubrir las apariencias.

Pero Dios fue testigo de nuestras fallas

Cometí un pecado que no puedo borrar

Pero te lavas las manos discípula de Pilatos

Me dejas marchito caído en otoños amarillos

Lo único mío, lo único nuestro, me lo negarás.

Me pides que me aleje por nuestro amor

Que haga el sacrificio más grande de mi vida

¿Pero que ganó yo cuando emprenda la partida?

Si tú tendrás familia, hijos y un pasado olvidado

Y borrarás con el codo lo que escribieron los cuerpos

Aquella noche fría cuando me dijiste: Amor te quiero

Y hoy me dices: Si me quieres aléjate para que sea feliz.

El fruto del pecado me exilió de tu paraíso

Él se aferra a tu vientre y habla con ?su hijo?

No soy el bueno de la historia pero tengo derecho

A reclamar lo que ayude a crear, algo que he hecho

Pero? ¿Si destrozo una familia ganaré algo?

Soltaré unas lágrimas y me pierdo en el destino.