No sabrás el secreto que esconden en las rosas,

Pero sí el dolor que dejan sus espinas,...

Si no tienes un beso guardado,

quién puede evitar que un día llores.

Ya no se venden monedas de la suerte.

Estas ausente, tan oculta en el viento,

Que escucho tu voz

Tu risa, tu inexplicable gesto que lo culmina todo.

De golpe, como un corrientazo,

como el viento helado que pudiera acariciarme

en una noche de guardia.

De frente, en la misma herida que deja la soledad,

en el mismo instante en que el miedo me toma de la mano

cuando no deseo de dejar de ser niño, me percato que estoy enfermo,?? me he quedado completamente solo.

Miro al espejo, reconozco algo de mi padre en su reflejo,

No creo que pueda engañar al viento.

Temo negar que existan huellas,

Que he profanado una sonrisa

Siento que ando, en los hombros, con cien años ajenos.

Quiero repetir tus manos un día.

Quiero que mis sueños te despeinen.

porque mas bien eres la noche que busco,

El instante oprimido que respiro,

sin saber si mañana volveré a hacerlo.

Que hacer si jamás mis palabras tuvieron un rostro y la soledad me enseña el punto exacto donde no existo.

Mi poesía es así, como yo.