I

Simples palabras ante un tiempo no eterno,

exclamaciones vagas disueltas en ecos,

adjetivos sin verbos victímarios del sujeto,

conjunciones prisioneras de un pasado perfecto.

II

Oraciones atrapadas en silencio,

víctimas del ser en un futuro sereno,

objetivos de un epílogo en lenguajes inciertos,

solo sinónimos en el antónimo del tiempo.

III

Tiempo compuesto en segundos eternos,

caminantes en un círculo perplejo,

sin dar tregua al compas del cuerpo,

destrozan el instante más perfecto.

IV

Defensores de la pausa del minutero,

luchamos con nuestros cuerpos sedientos,

al instante de un beso, ganamos la cima al cielo,

vencedores por momentos de la lucha contra el tiempo.

V

Somos forjadores de la eternidad,

químeras ante un desierto de momentos,

infinitivo que declara perfecto,

el instante cuando estamos dentro.

Solos en un mundo detenido en el tiempo...