Si alguna vez te ofendí

perdóname por favor,

jamás quise lastimarte

mi corazón penó con dolor.

Nos costó comprendernos

tal vez por equivocación,

pero pudimos recuperarnos

de esa fuerte emoción.

Reconozco que cometí un error

fue por un malentendido,

no debí ser tan pasional

mi corazón quedó muy herido.

Cuando comprendí que de verdad eras

un ser tan dulce y tierno,

sentí en tu alma el dolor

pensé que yo merecía el infierno.

Pero tu corazón comprendió

que mi alma lastimada estaba,

con tu grandeza la rescataste

y me la entregaste curada.

Gracias a tu comprensión

nuestra relación comenzó a cambiar,

marcaste mi corazón

que comenzó a disfrutar.

Deseo tener contigo

una relación pura y sincera,

cuidarte como si fuese un ángel

hasta el día en que me muera.

Más allá de la vida

donde vayas a tu lado estaré,

allí en el paraíso

siempre te esperaré.

Gustavo

12-06-08