¡Maldito seas, tirano! Tú que atacas al que defiende mi Patria,

yo te maldigo mil veces, pues no lo hieres, lo matas;

pero maldigo también a todo aquel que te apoya,

y para cometer tus actos, te ayuda a cargar las balas.

Atacas al jibarito que se levanta en valor,

y con machete en la mano, y alas en corazón;

defiende su lar nativo, y tú inventas los motivos,

creyéndote ser el más grande ante la injusta razón.

¡Maldito seas, tirano! Porque grande es todo aquel,

ante quien se le arrodilla y esa es tu pesadilla;

que el humilde campesino da la vida por su Patria,

y aunque muera acribillado, se muere con elegancia.

¡Cobarde ¡también te llamo, porque tiras por la espalda,

y te escudas en mentiras,

vales menos que un ratón, que envenena la comida;

y tan sólo actor mediocre , inventor de comidillas.

No ataques mi jibarito, déjalo sentirse libre,

y verás que por sus venas corre sangre de calibre;

lo cual ya te ha demostrado y tú al sentirte impotente,

Por la espalda le das muerte.

Aquí flota una bandera con su estrella solitaria,

que pide soberanía, lo que no ha podido ser;

sus patriotas la reclaman, hoy tanto como ayer,

y escribiendo la victoria, con la tinta de su sangre,

gritaremos ¡Patria Miaaa! Cuando logremos vencer.

Derechos reservados JMPA 2008