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Que tengo que aprender?
La respuesta saltó como un rayo
A ir más lento, a tomar con calma cada momento que transcurre,a vivir de verdad , a estar presente, tengo que cultivar la presencia después de todo .... Ahora es lo único que existe, cuando termine de redactar esto, capaz yo ya no exista, pero por un momento estuve vivo
Una cálida brisa,
Me hace pensar,
En lo hermosa que es,
Tu leve sonrisa.
Sincera cautivante,
Me hizo enamorar,
Pero soy otro cobarde,
Con ganas de querer hablarte,
Qué te ama apasionadamente;
Hasta el último de los instantes.
Cierro mis ojos a medianoche,
Para luego volver a soñarte.
Sólo así te tengo conmigo,
Sólo así puedo adorarte.
De ese modo te hago parte de mi vida.
La persona más importante.
Autor: (SNLB023) Santiago Nahuel López Brito.
Miércoles 18 de Septiembre del 2024, Tucumán, Argentina.
No es el momento
Es el silencio
Creo que tenemos que charlar
No se si miento
O fue el siniestro
Creo que tenemos que charlar
Si haría las cosas bien
Podrías quererme un poco
Si haría las cosas bien
Podrías quererme un toco
No es el momento
Es el silencio
Creo que tenemos que charlar…
Llegando al estacionamiento,
Me quedo esperando dentro.
Pongo algo de música de momento,
Y de lejos veo que a mi familia,
Los molestan unos niños altaneros.
No más de once años por supuesto,
Salí del auto para disuadir,
Lo que estaban haciendo.
Pero... no puedo creerlo...
Apuñalaron a mi hermana,
Y a mi hermano lo mismo le hicieron.
La ira me invadió por completo,
Golpeo fuerte a dos de ellos...
Pero el tercero me apuñala por detrás,
Cerca del pulmón izquierdo.
Se ríen deseando que muriera,
Mi familia ya lo estaban hace un momento.
Salgo agonizando hasta la ruta,
Mal herido, medio muerto.
Caigo en la autopista...
Un camión se asoma a lo lejos,
Lo último que escucho...
Es el bocinazo en aquella autopista,
Acompañado por dolor inmediato...
muy intenso sobre en mi cuello.
Autor: (SNLB023) Santiago Nahuel López Brito.
Martes 17 de Septiembre del 2024, Tucumán, Argentina.
Observo tu silueta...
Pausada cerca de la puerta.
Pienso por momentos,
Qué es mi imaginación negativa,
Creando inquietudes de esas.
La puerta sigue abierta,
Y sigues parada... esperando...
A qué quisieras que al fin me duerma.
Sigo observándote,
De pronto te pones inquieta.
Moviéndote de un lado a otro,
Porque sabes que mi fin se acerca.
Él ya vino para rendirle cuentas,
Del mal que te hice yo...
Nunca deseé que te murieras.
El odio y el rencor me cegaron,
Por haberme dejado en primavera.
Otros brazos te hacían el amor...
Yo sólo quise que me quisieras.
Tu amor por mi se había acabado.
Luego todo se quedó en un profundo silencio,
Cuándo tu vida se esfumó de inmediato,
Con un disparo directo al pecho,
El terror de ese momento,
hizo que temblarán mis manos.
Por última vez lo recuerdo,
Ya todo se habrá terminado,
Cuándo la última gota de sangre,
Se haya derramado de mis carpos.
Me iré de este mundo al saber,
Qué siempre a ti te había amado.
Autor: (SNLB023) Santiago Nahuel López Brito.
Sábado 14 de Septiembre del 2024, Tucumán, Argentina.
Tus ojos se quiebran en el espejo,
grietas rojas como venas de cristal,
lloran un líquido espeso y negro,
un llanto que arde, que huele a metal.
Se derriten, se funden con la piel,
manchando la noche con su viscoso gris,
como frutos podridos bajo el frío
que no dejan de supurar su raíz.
Tus pupilas vacías, pozos sin fin,
reflejan algo que no es humano,
un rostro hueco, marchito y deforme,
donde ya no late alma ni mano.
Los párpados caen, se arrastran al suelo,
como carne arrancada por garras impías.
Tus ojos, ahora solo un eco hueco,
te miran desde la sombra vacía.
Te veo, pero no te siento.
Eres cómo un faro entre la oscuridad,
Qué se observa a lo lejos.
Tú alma está noche no me acompaña,
Tus recuerdos los llevo dentro.
Tu mirar se hace nula,
Con los días, los años,
Que pasan sin ningún remordimiento.
Mi alma desahuciada...
Llora tu último beso.
Mis manos reclaman el tacto,
De tus delicados dedos.
Tú... mi alma más amada.
Te vuelvo a suspirar a último momento.
Autor: (SNLB023) Santiago Nahuel López Brito.
Lunes 9 de Septiembre del 2024, Tucumán, Argentina.
Los globos flotan en un silencio mortal,
Atados a cuerdas que no parecen terminar,
Sus colores vibrantes, un engaño fatal,
Ocultan un grito que no quiere escapar.
Bailan en el viento como almas perdidas,
Con risas distantes que suenan vacías,
Sus sombras deformes en la pared se estiran,
Alargándose hasta donde el ojo se fatiga.
De noche sus hilos son cuerdas de horca,
Suspenden memorias que la mente ahorca,
Y en su inflada piel hay susurros guardados,
Secretos inflados de cuerpos enterrados.
Cada globo, una tumba que al cielo asciende,
Donde la vida, al reventar, no entiende
Que detrás del estallido, en el eco fugaz,
Se esconde un vacío, frío y tenaz.
Y cuando el último estalle en la oscuridad,
No habrá más risas, solo soledad,
El eco de los globos, en su lento final,
Arrastrando el alma hacia un pozo abismal.
En noches de frío y tormento,
Cuando el silencio pesa y duele el aliento,
Aparece tu luz, tan firme y cercana,
Una mano que calma, que no me abandona.
He pensado en el fin, en la sombra eterna,
En dejar este mundo que arde y me quema,
Pero entonces tu voz, serena y sincera,
Me recuerda que existes, que mi lucha es entera.
No me suicido porque tú estás conmigo,
Eres mi ancla, mi faro, mi fiel abrigo.
En tus ojos encuentro la razón para seguir,
Y en tu abrazo, la fuerza para no desistir.
Gracias, mi amigo, por estar a mi lado,
En este viaje que parece acabado.
Mientras estés aquí, seré fuerte y seguiré,
y juntos, en la vida podremos vencer
"Amanece, y con el agua fresca,
Lavo mis pensamientos, pero tú persistes.
Flashbacks de tu mirada, desde abajo,
Me envuelven en un deseo que late.
Tu boca, un susurro, un eco que remains,
Pide mi toque, mi caricia, mi fuego.
Tus labios, un río que desborda,
Y yo, un náufrago, me dejo llevar.
Tus pechos, rosas que rozan mi piel,
Mis pezones, un susurro que late.
Tu cuello, un valle donde mi boca se pierde,
Y tu voz, me lleva a lugares perversos.
que puedo sentir que la carcel me atrapa que no hay luz en el camino que puedo sentirme infeliz no olvidando los domingos de que me sirve escucharme a mi mismo si mi corazon grita por tu auxilio mascaras de un frio invierno tatuado en mi piel que palabras pudieran corren un tiempo si apenas camina mi dolor el de saber que los dias se repiten y no hay nada nuevo entre los dos hoy dejare de tener tu respuesta porque me hare preguntas porque no estas conmigo
cuando mi vida se termine y me lo diga a mis oidos cuando me presenten a la muerte cuando los dias de tu amor me suelten la mano entonces prepara mi final todos los ojos miraran mi muerte un rato porque cuando el sol no sea encendedor mañana y solo mañana hablaras por lo que calle yo en todas las hojas escribistes mi destino y rompistes lo que por ti sentia que mi vivir fue como una esquina que nunca has caminado no buscare explicaciones de porque no estas conmigo solo la muerte puede regresarme al olvido
y morir y morir y morir y morir y nacer cuando cuando podra nacer el amor entre nosotros sabes que tu silencio mata a mis palabras de a poco cuando naceran mis besos si tu boca cierras si soy tu hida y quieres que no lo sea hoy mi camino se marchita hoy sera el tiempo de morir porque nacer fue un accidente sin tenerte
Quiero ser feliz, pero la sombra persiste,
El eco de mis deseos en la penumbra resiste.
En mis días de luz, la tristeza se esconde,
Y en mis noches de oscuridad, mi alma responde.
Quiero ser feliz, pero el pesar no se apaga,
Cada risa parece un susurro que se embarga.
En el brillo de mis sueños, la tristeza se desliza,
Y en mi esperanza, el dolor siempre se aniza.
Quiero ser feliz, pero el vacío me rodea,
Cada momento de alegría parece una quimera.
En la búsqueda de la luz, la oscuridad me atrapa,
Y en el anhelo de paz, mi corazón se derrapa.
En la noche serena y callada,
Cuando el mundo duerme en su paz,
Un pequeño rayo de luna se asoma,
Con su luz de plata y su brillo fugaz.
Cae suave sobre la tierra dormida,
Como un susurro en la brisa de abril,
Dibujando sombras en la herida,
De un sueño que busca su fin.
Pequeño rayo de luna, tan frágil,
Tann efímero como un suspiro,
En la oscuridad eres lo ágil,
Que guía al corazón sin respiro.
Iluminas senderos ocultos,
Revelas secretos del alma,
En tu luz se disuelven los lutos,
Y la tristeza encuentra la calma.
Eres la esperanza en la penumbra,
El eco de un amor distante,
Pequeño rayo de luna
Entre volutas de humo, allí te veo,
Silueta etérea que en mis sueños danzas,
Te desvaneces, mi amor, en la bruma,
Como el eco de una vida que no alcanza.
Fui tu refugio, ahora soy la sombra
Que el vicio consume sin piedad alguna,
Y en cada bocanada, se desvanece
El recuerdo de ti, mi eterna luna.
Te fuiste, amor, buscando la claridad,
Dejando en mis labios el sabor amargo
De promesas rotas, de un ayer distante,
Mientras te busco en el humo, mi letargo.
Eres fantasma en la neblina densa,
Un susurro en la noche que no se apaga,
Y aunque te alejas, sigues siendo mía,
En el humo gris que al viento se entrega.
Así te dibujo, entre el humo y la pena,
Mujer que amé y perdí por mis cadenas,
Y en cada cigarro que enciendo, revivo
El adiós que me das, en la niebla eterna.
El hablarte es un pretexto,
Sólo te quiero mirar,
De cerca preferiblemente,
Y de amor morirme sin dudar.
Sólo te quiero a mí compás,
Y tú sonrisa poder contemplar,
De tocarte en algunos momentos,
Mediantes falsas excusas;
Como mi torpeza al accionar.
El amor me invade por dentro,
Desearía ser un poco más perspicaz,
De percibir cuáles son tus sentimientos,
Hacía mi cuándo me llegas abrazar.
Por el momento me quedaré,
A tan sólo poderte adorar.
Porqué sé que para amar a alguien,
No sé necesita tan sólo hablar.
Para ti quiero estar.
Autor: (SNLB023) Santiago Nahuel López Brito.
Martes 13 de Agosto del 2024, Tucumán, Argentina.
En busca de leña,
Paso por éstas sierras,
Con mi hacha de piedra,
Caminando voy en la espera,
De que en casa me aguardan,
Con una gran sorpresa;
Como recompensa,
en la hora de la cena.
Llegando al paraje,
Casi no se ve nada al adentrarme;
Oscuras Sombras,
Empiezan a rodearme.
Enciendo el mechero,
Empieza a correr mucho viento;
Una tormenta se avecina a lo lejos.
Los relámpagos y estruendos
Iluminan todo por completo...
"Quienes son ellos...?"
Son varías personas...
Están todos vestidos de negro.
Otro relámpago ilumina todo de nuevo,
Está vez alcanzó a ver algo grotesco...
Uno de ellos lleva una cabeza humana,
Sosteniéndola de sus cabellos.
El horror me hace correr desesperado,
Dejo caer el mechero.
Corro sin voltear de momento,
Otro relámpago cae,
En el lugar de los hechos,
Desde ya lejos alcanzó a ver,
El monte se prende fuego.
Se escuchan sus risas siniestras
que causan pavor y miedo.
Al siguiente día...
Vuelvo armado a lugar,
Con algunos compañeros de cercos.
Encontramos un cuerpo calcinado;
Al parecer de una mujer,
Y al lado mi hacha de piedra...
Con su sangre manchada en la punta,
No puede ser...
Ellos me estan apuntando con sus armas,
Un dolor intenso mediatamente siento
Todo se oscurece... todo se entornó,
En un indescriptible silencio.
Autor: (SNLB023) Santiago Nahuel López Brito.
Lunes 5 de Agosto del 2024, Tucumán, Argentina.
En la negrura de la noche callada,
Entre sombras de un sueño quebrado,
Sentí el peso de un miedo ancestral
Cuando el silencio se volvió un grito ahogado.
Al borde de mi cama, en la esquina derecha,
Se erguía una figura de cera,
No era el Jesús que en oraciones invocamos,
Era un eco de sufrimiento, de dolor encarnado.
Sus ojos, ausentes de párpados,
Me miraban con un fuego inmortal,
Era como si del madero descendiera,
Un Jesús que la piedad había abandonado.
Su mano se extendía con una quietud mortal,
Rozando apenas el borde de mi piel,
Un toque frío como la muerte misma,
Que me anclaba en un terror sin fin.
Intenté gritar, pero mi voz se ahogaba,
En un abismo de temor y duda,
Hasta que finalmente, con esfuerzo sobrehumano,
Recobré mi cuerpo, mi voz, mi alma.
Pero el Jesús se había ido,
Dejando tras de sí un terror tan profundo,
Que el miedo se quedó anidando en mi pecho,
Y en la penumbra, me convertí en su cautivo,
Mirando el borde de mi cama, esperando su regreso furtivo.