Aun tengo guardado dentro de un cajón

un papel de una joven luminaria

el último de sus recuerdos

que me dejó la tinta de su pluma

era en aquellas épocas

de la rutina diaria del trabajo

los dictados y las redacciones

de las sumas y restas en papel

cuando hacías el cinco

con la curva distinta del número

desafiando a los protagonistas

de la creacion númerica

y su correcta forma de escribir

mucha gracia me hacia tu cinco diferente

la aritmética tuya alteraba la norma

como cambiando el curso normal

de una corriente expansiva de tu lucir

pero hoy extraño el cinco

aquel que tú me hacías

en las hojas de cuadros

y los números uno que como puñales

mismas armas ivan lloviendo

lastimando como los dias

que nos falta para estar unidos

andando hacia tu ausencia en espera

y me traicionan los pies de los nervios

por verte correr hacia mi

porque ahora evocando tu número deforme

mi corazón maltrecho

por su tristeza enorme de no verte

tiene un gran parecido

con tu cinco al revés

negandose a lo correcto de sus creadores

hoy te pido vida para mis amores

que el tiempo quita dia a dia

en mi largo sufrir del andar

dejando consigo huellas

cual paréntesis recoges con tus miradas

como corchetes y exponentes númericos

como extraño los momentos matemáticos

de tus curvas y arcos

del seno y del coseno

del diámetro de tu cintura

aquella curva simetrica

que me hacia morir

tras esculpir en mis ojos tu silueta

y la acción axiomática de tus poemas...