Mira cómo me tiene tu amor, atarantado,

sin brújula, sin norte, sin tino, sin dormir,

ansioso de tus besos y tan enamorado

que no sé cuánto pueda tu ritmo resistir.

Hay veces que me olvido de dónde soy, a dónde

mis pasos se dirigen, de dónde vengo. Voy

por esos recovecos que el corazón esconde

y si no estoy contigo, no sé ni dónde estoy.

Confundo las estrellas con flores y las flores

no son más que luceros en mi alucinación

y siendo los luceros tus ojos, son mejores

mis sueños en constante, perenne ebullición.

Estoy atolondrado, perdido, confundido;

me siento tan herido que ya no sé qué hacer.

Deambulo por las calles sin rumbo, sin sentido,

inquieto y angustiado según mi parecer.

Por Dios, amor, no intentes dejarme. No te alejes

de mí. Te necesito. Sin ti yo no soy nada.

Yo quiero ser espejo de luz donde reflejes

tu imagen con la mía muy bien configurada.

Heriberto Bravo Bravo SS.CC