Anoche me disolví

En las pasiones de un vallenato

Y la tibieza relajante del alcohol,

Hablábamos sin límites?

Construíamos países

Y desbaratábamos fronteras.

Viajamos por tierras remotas

Conocimos el hambre

Que perdura en los rostros

Enmohecidos de los niños negros.

Cabalgamos en la fatiga

Calcínate de los desiertos

Amarillos y frustrantes

Del continente viejo.-

Asistimos a las fiestas

De las viejas monarquías.

Rompimos sus ventanas

De cristales fríos como sus caras.

Nos sentamos junto al sacerdote

Que nos golpeaba con ramas de Góngora

Y los espíritus de la historia

Como vientos en huida

Se escondieron en las montañas

Y desde allí gritar ?libertad?

La noche se fue,

La última risa quedó

Tatuada en los labios de mí amigo

Y en el suelo quedó

La huellas de aquel acontecimiento.

?y la historia nada cambió.

Pero la botella se acabó?