Mis palabras son tan sencillas, no tengo majestuosidad al escribir, tal vez yo misma ya encontré la razón de que nadie me lea y no me comenten, al parecer me consideran y ubican dentro de los poetastros finos que se deslizan en el mundo poético.

Mi final esta cerca, la tormenta esta al frente y las hélices de cada deseo no desaparecen, apremian con mas fuerza y sitúan su carácter en la realidad de descanso interno.

No tengo palabras hermosas son solo ideas que sin conjunto han sido destrozadas, algunas emanan del fondo, otras están envueltas en la profundidad, cada ola descubre un nuevo rayo de sol y el lúgubre descanso enmarca la claridad de la muerte.

Deseos de volver a tenerte aquí tan cerca se anidan en lo mas hondo de mi interior, es una batalla estar contraponiendo mis deseos a no mirarte y tomar la salida mas fácil hacia aquel averno que pronto mostrara las llamas de su sentir, las palabras se vuelven desastres finos y la calamidad se enfría como hielo seco entre una multitud de semejantes. Mi corazón palpita entre el desafió de olvidarte y la idea irracional de esperarte eternamente.

Mis palabras buscan encontrar ilusiones, ser libres entre tantas reglas y tantos sentimientos que al paso indeciso se van descubriendo, ya no se donde esconder la desilusión de cada día y cada enfado temible que se convierte en un gigante infernal, que florece en su inmenso y febril incesto.

Claridad y desesperación le hacen notar a su apreciación el paso lento que debe acariciar antes de querer continuar al encuentro del obelisco en aquel gran Partenón de aquella vieja ciudad, de pronto su alma se transporta hacia aquel inmenso desierto en el que aquel vigía obstaculiza con su perpetua vigilancia el trance tranquilo, de pronto la situación los enmarca a tan solo cortos pasos de distancia hacia aquella entrada que este guardián eterno resguarda con gran enfado, el cancerbero obstaculiza la huida y de pronto solo puede admirarse la vida perdida de aquel caballero de ojos negros que desafiante miro por ultima vez la claridad de las palabras de aquella hermosa princesa.

Ya mas obstáculos hacen notar su presencia entre este siniestro enfado y su celebración dicha entre tarjetas de felicitación que no permiten visualizar los verdaderos sentimientos de avidez.

Solo prosa, solo prosa, nada mas que trampas en lugares de virtudes, hola a todos ya se que es inútil dirigir un escrito, se que no lo leerán y no comentaran, pero ya no me importa de hecho, solo quiero desearles lo mejor. tal vez deba darme cuenta que la poesía no es para mi, si seguro solo soy uno mas que escribe y se cree poeta que tonta soy verdad. Solo quiero agradecer y despedirme.