Alguien me ha dicho debes de agachar la cabeza cuando se necesita y aunque sea injusto no hay exquisitez que valga la pena.

Pero la rutina me agobia me desespera, mas quisiera agarrar una brecha de fuego e incinerar esta empresa.

Cerdos miserables que solo piensan en lo que desean, me generan malestar cada vez que atravieso la puerta.

Inhumanos del carajo no les importa la gente pero si las monedas.

Soy un número entre tantos, alguien que debe agachar la cabeza.

Una persona que trabaja por sus mugrosas monedas.

Ellos seguirán chupando mi sangre hasta las últimas consecuencias.

El creerse mas es lo importante y lo segundo es que el signo pesos es su bandera.

Victoria Alejandra Quiroz © 2007