CORREDOR DE TIERRAS ARGENTINAS

La soledad se siente en estos años.

El fantasmal pueblo no dijo su último adiós.

Por las tardes ventosas, veo correr cardos

aburridos por la calle guadalosa, ¡qué triste se

ve mi pueblo!, ni siquiera el gallo recibió el

nuevo día.

Una vez, una campana distrajo a la gente por

la llegada del Tren, y unos cuantos niños corrían

a ofrecer comidas y bebidas regionales caseras, a

los pasajeros recién llegados.

Ese ensueño de pequeños pueblos se les negó

ser grandes ciudades. Al Tren, llevar nuevas

generaciones.

Ya no veo gente por las calles. Sólo el

enfurecido viento barriendo las veredas

solitarias.

Esas vías, que un día hirvieron por el

friccionar de ruedas de fierro; hoy, amogozadas,

sepultadas bajo el yuyage. Esa campana... partida

por la mitad, olvidada en un viejo zaguán.

¡Cuántas historias se rumoreaban!... ¡Cuántas

sombras se cruzaron enamoradas! ¡Y cuánto romance

en cada estación!... ¡Cuántos sucesos penosos! ¡Y

cuántas lagrimas del último adiós!...

Anochece, el sol se va ocultando en el

horizonte enardecido. Afianzado en el alambrado

ilusiono, mientras tomo el primer mate.

El recuerdo perdura, el anhelo culmina en la

esperanza de verlo llegar, reviviendo el sueño de

mi pueblo dormido.

Autor: Darío Arístides Molina - "Píndaro"

Ciudad y Provincia de San Luis ? Argentina

E-mail: pindarodam@hotmail.com

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Miembro y fundador del Grupo Literario Hunab- Ku

E-mail: tugrupoliterario@gmail.com