En lo oscuro y profundo del valle,

cuando muere y se entrega la tarde,

un aroma en perfumes me llega

como aires que no son de nadie.

El ocaso se aleja en su fuego

y la noche parece besarme,

comprendiendo que tu eres el velo,

que mis ojos no quieren quitarse.

En lo oscuro y profundo del valle

cuando muere y se entrega la tarde,

tu recuerdo me parte el silencio

y en el llanto no quiero callarme.

El ocaso me tira su fuego

y la noche me hace su amante,

pero siento que tu eres el velo,

que mis ojos no quieren quitarse.

En lo oscuro y profundo del valle

cuando muere y se entrega la tarde,

he dejado mi alma a la noche

y mi vida a la muerte al amarte,

si mañana al ocaso me llamas

y ese velo tu quiere quitarte,

amaremos hasta lo infinito

en lo oscuro y profundo del valle.