Cómo poder decirte,

que te amo tanto,

cómo poder gritarte,

lo que te adoro.

Cómo calmar el llanto,

que por ti brota,

de mis marchitos ojos,

que verte quieren.

Calma mis desvaríos

viniendo pronto,

que mis brazos con ansia

abrazarte quieren.

Nunca había sentido

amor tan grande,

como el que te profeso

mujer divina.

No dejes que mis manos

se hielen mustias,

en la intemperie fría

de soledad.

Ven que ya no soporto

esta desventura,

ven pronto amada mía

que yo te adoro.