Despertar y mirar a la vida,

Es remar con fuerza

a ese mañana que a ti me vira.

Es poder contemplar en el cielo

a la mejor de las estrellas,

que por ser dulce

y ser guerrera;

 buscan su luz apagar

y se esmeran en dejarla caer fugaz

a este estropeado planeta.

Pero aun así, contemplo la creación

en un lugar muy tranquilo,

Donde quisiera habitar

el peor de mis enemigos.

Más este lugar es sagrado en el sólo

hay amor y se borró el pasado.

De espalda a luna, con una estrella;

en la mano bajo el manto rojizo

de mis cabellos dorados

me dirijo a ese amor

que de mi va prendado

y lo invito a no bajar;

de mi cielo azul estrellado.