Del odio al amor.
Del odio al amor.
Me odiaba como a nadie y yo la amaba,
y yo la amaba tanto que le di mi cariño,
mi vida en un manojo de palabras de ensueño,
mis sueños, en un lazo de delicados versos,
mi amor, en un aroma de acariciables rosas,
y mi tiempo, en los ratos que la esperé sin prisa.
Me odiaba como a nadie y yo la amaba tanto,
que esperaba en su puerta, tan sólo para verla,
y admirar un segundo, su inmaculado rostro,
sus ojos deslumbrantes, su sonrisa de encanto,
y al sentir que la amaba, contenía mis lágrimas,
para no delatarme, me bañaba en silencios.
Me odiaba como a nadie y al no poder cambiarla,
terminé descubriendo lo que amé en su interior:
su rostro que atrapaba, con sutiles sonrisas,
no fue tan importante como su corazón,
yo terminé alejándome, cansado de esa espera,
que se vuelve tan larga cuando buscas pasión.
Con el paso del tiempo ella buscó mis besos,
y el odio de un principio se transformó en amor,
al ver vibrar mis labios, cambiaste sin recelo,
para buscar en tu alma al Dios de la ilusión,
y mi sentir gitano y el tiempo han transformado,
ese sentir añejo en dulce inspiración.
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