Cuando grites al viento mi rostro,

un relámpago me raptara como suspiro,

ya que mis alas son de coplas,

flotan trémulas en tu oído,

anhelan el instante majestuoso,

en que tu cuerpo me busque,

si,

será de infinitos deseos,

rebosaras arrumada en mi regazo,

deslizare mis dedos en tu cabellera,

atravesare con mis labios tu aroma,

seremos secuaces de un pernoctar delirante,

como dos adolescentes novatos,

recorreré tu cuerpo interminable,

amare tu último secreto,

y como una candela de astros

fundiremos nuestro camino,

entonces,

en la cima de nuestras lascivias,

sollozare tu nombre en el lecho,

pues no existe pasión mas intensa

que no tenga tu respiro,

eres volcán, tormenta, ternura,

y cada poro de mi esencia,

demanda tu figura,

ya que sabes,

que en el centro de mis ojos,

no hay mas espacio,

que no sea para tu pupila...