Al planeta de los vampiros

Es adonde me dirijo

A mi propia autodestrucción

Del pensar

De creer estar sobre los demás

De sentirme dios

De crear mundos paralelos

A esta realidad

Ni la teoría del caos

Ni una mariposa aleteando

Cambiaran nunca nuestra esencia

Nunca tuvieron el poder de limpiarnos

A este mundo hemos sido arrojados

En un principio inmaculados

El tiempo se encarga de mancharnos

Y el alma manchada

Con medallas de tinto

Y quemaduras de cigarrillo

Hemos de ocultar

Pero es la carne la encargada

De cubrirnos el interior

Y la piel cubre las manchas de la carne

Y la vestimenta cubre las manchas de la piel

Y así es la redundancia cíclica del existir

Solo sintiéndonos dios

Logramos impregnar aquellas manchas

En un papel

O simplemente en el aire

Que el viento se encargara de moverlas

Llevándolas al lugar más remoto

Manchando al ser mas puro sobre la faz de la tierra

Donde comienza

Y luego termina un cigarrillo