El Jesús de la Noche - LikeaPoem.com
El Jesús de la Noche
En la negrura de la noche callada,
Entre sombras de un sueño quebrado,
Sentí el peso de un miedo ancestral
Cuando el silencio se volvió un grito ahogado.
Al borde de mi cama, en la esquina derecha,
Se erguía una figura de cera,
No era el Jesús que en oraciones invocamos,
Era un eco de sufrimiento, de dolor encarnado.
Sus ojos, ausentes de párpados,
Me miraban con un fuego inmortal,
Era como si del madero descendiera,
Un Jesús que la piedad había abandonado.
Su mano se extendía con una quietud mortal,
Rozando apenas el borde de mi piel,
Un toque frío como la muerte misma,
Que me anclaba en un terror sin fin.
Intenté gritar, pero mi voz se ahogaba,
En un abismo de temor y duda,
Hasta que finalmente, con esfuerzo sobrehumano,
Recobré mi cuerpo, mi voz, mi alma.
Pero el Jesús se había ido,
Dejando tras de sí un terror tan profundo,
Que el miedo se quedó anidando en mi pecho,
Y en la penumbra, me convertí en su cautivo,
Mirando el borde de mi cama, esperando su regreso furtivo.