El verano iluminado con mi anochecer
La vida se oscurece
en un apagón de besos
que se ríe sin cesar.
Cuando llega una noche
de primavera se despierta
un nuevo siglo de verano.
¡En aquella estrella se ilumina!
Un nuevo
sol,
mar
y
resplandor
aparece siempre
cuando estamos en el
mismo camino juntos los dos.
Se despliega un sonar.
Que olvidamos
tener
juntos
los dos.
En aquel brivar de ojos
se encierra
un abrir de ojos.
Los sentimientos
se llenan
de pasión
y
nunca se olvidan
con pasión
sino confranquesidad
que tenemos
juntos los dos.
Al alumbrar las esperanzas
se motivan las nubes
entre sí.
Para estar juntos los dos.
Se niegan entre sí
la luna
y
el sol
con sentimientos tan profundos.
¡Alzaron estrellas fugases!
Para que el mal
no se acercarán
y los tuviera
en aquel infierno.
¡Que bueno que hay alegría!
¡Que bueno que hay amor!
De aquella luna
Y
de aquel sol.
Sombreemos nuestros impulsos
de aquellos recuerdos
que tuvimos en aquel
mal entendido
que no pudimos
estar
juntos
los dos.
Personas de aquel mal recuerdo infernal
que tuvimos
los dos.
Se humedece en los ojos
una lagrima
cayó al mar
y por muchos años
naufragaba.
Por aquellos mares trandestinados.
Tuvo una ilusión de responder
al llamado de su amada.
Al final tuvo sentido que estar con su amada
es alegría y no una ilusión
de un sentimiento fresco
y
tener sentimientos tan ocultos es un punto fijo que se basa en una ignorancia.
Que al igual se rompió ese desengaño
que tuvimos
los dos.
El desempeño de cada situación
se nubla cada vez más grande
sino tenemos esperanza en un bolso de comprensión
que a orillas del río me tuviste a mí.
Pasamos veredas ocultas
y al salir el sol
nos encontramos de nuevo.
En el transcurso de la vida
que nunca se acaba
y nunca se olvida.
Por eso tengo
tu beso en mí corazón.
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