Que fácil que me resulta,

el decirlo todo escribiendo

hoy que me sentí solo,

estuve hablando con el viento.

El viento es el que sabe,

quien conoce mis silencios

el viento es el testigo,

de este amor que yo siento.

El viento tuyo y el mío,

es testigo de lo nuestro

el viento llora de pena,

de pena llora el viento.

El que sabe tantas cosas,

tantos que hablan al viento

el escucho muchas cosas,

de mil amores como el nuestro.

Por eso la otra noche,

cuando yo hablaba al viento

sentí como el lloraba,

yo sentí llorar al viento.

Porque lloras viento, le dije,

por lo que dios ha consentido

por todos esos renglones,

que no ha dejado escritos.

Por permitir las ilusiones,

que tal vez son sin sentido

después corrige renglones,

y pone todo en su sitio.

Siento viento lo que dices,

me entristece hablar contigo

también siento que dios,

haga renglones torcidos.

Supongo que puso al viento,

para que lleve en sus alas

esos millones de deseos,

de las personas enamoradas.

Ves y dile que la quiero,

mi mensaje lleva en tus alas

dile que nunca este triste,

que el amor nunca se acaba.

Cuando tu sientas al viento,

por mucho tiempo que pasara

cuando el llegue a tu cuerpo,

llenara de besos tu cara.

Tantas cosas yo le dije,

tanto es lo que he contado

que me parece que el viento,

de ti se ha enamorado.

Mil años que yo viviera,

o mil años llevara muerto

cuando el viento se te arrime,

el te dirá que te quiero.

Registrado

Miguel Bustamante Lencina