Desnudas puertas de la luz somos

Cuando olvidamos nuestras manos

En los miedos libres de una rosa...

Lejos de las carnes del pasado

Y de los sueños privados

Nuestras miradas no tienen espejos

Ni pueden ser final o cumbre

Desnudos viven nuestros futuros

Gracias a que no hay palabras ni trampas

Para explicar el amor que nos respira

No tienen edad nuestras miradas

Que caminan por los tejados del amor

Y no hay espejos ni llaves

Tampoco ventanas cerradas

Cuando los sueños nos despiertan

Primavera y arenas

Mares y sonrisas

Muchos gatos y algunos besos inesperados

En las mañanas tejidas de carne luminosa