En silencio, cuando la noche ha caído sobre mi cuarto, cuando te puedo pensar sin que nadie me moleste y puedo hablarte sin interrupciones, me abrazo a mi almohada que es quien guarda todos mis sueños de ti, a ella le pregunto si me extrañas, qué haces lejos de mí, si te acuestas cuando me dices o te quedas en silencio pensando en nosotros.

Yo en mi cama tengo un lugar para ti, es allí donde tejo todos mis sueños que tengo para ti.

Ojalá dejes la puerta abierta, mi amor, para poder decirte todo lo que estoy sintiendo en este momento...

Déjame llegar a tu alma y apretarte contra mi pecho, déjame quedarme a tu lado para que sientas mi respiración junto a la tuya.

Pero todo queda en nada, porque no respondes, no te escucho.

Y así me voy quedando dormido, apretando mi almohada, cómplice de mis penas y alegrías que tu amor me provoca, estas distancias sólo hacen más larga mi agonía de vivir lejos de ti...

Esperaré el nuevo día para seguir amándote.

Seguiré esperando la noche para volver a soñar y amarte aunque sólo sea aquí en mi almohada.

Te amo, y mi amor no se achica... a pesar de estas distancias.

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Este poema fue publicado en tupoema.com.ar por el usuario #Marvin