En las sombras me sumerjo, solo y oculto

Como un susurro perdido en la noche

Envuelto en la sábana de mi propio mundo

Protegido del resplandor de la luz.

En este refugio de soledad elegida

Cierro mis ojos al bullicio del exterior

Me dejo abrazar por el silencio suave

Y me pierdo en mis pensamientos más profundos.

Me siento como un tesoro escondido,

Un secreto guardado en la noche cerrada,

Donde la mirada ajena no puede penetrar,

Y mis anhelos encuentran la paz ansiada.

Aquí, en mi rincón de introspección

Bajo el manto suave de la negrura

Me siento libre de las ataduras del mundo

Y en mi soledad, hallo mi fortaleza.

No es un exilio, sino un santuario propio

Un espacio de libertad sin cadenas

Donde puedo explorar mis emociones más íntimas

Sin miedo al juicio o la influencia externa.

Aunque esté solo, no me siento abandonado

Pues encuentro compañía en mi propia esencia

Y en la quietud de este resguardo amado

Preservo mi esencia con pura congruencia.

Encerrado en esta burbuja de serenidad

Me aferro a la calidez de mi propio ser

Y descubro que en este aislamiento elegido

Encuentro la fuerza para renacer y florecer.

Así que en esta soledad envolvente y serena

me cobijo como un pájaro en su nido

protegido, resguardado de las tormentas

esperando el momento de alzar el vuelo atrevido.

En esta sábana invisible que me cobija,

me siento libre para ser quien verdaderamente soy,

Y aunque el mundo exterior gire sin detenerse,aquí dentro, encuentro mi propia voz.