Si te vas la luna ya

me negará su esplendor

y todo a mi rededor

en tinieblas estará.

Ya nada tendrá sabor

y mi dolor sera intenso,

pues en tu piélago inmenso

mi vida naufragrá.

Si te vas, no solamente

voy a perder la cabeza.

Me anegará la tristeza,

la qué más hondo se siente

cuando ni el sol te calienta.

Cual gaviota en altamar

yo dejaré de volar

en medio de la tormenta.

Si te vas, hazte de cuenta

que me clavas un puñal.

Prepara mi funeral

mi querida cenicienta.

Es más, ni me lo prepares.

Ni vayas mejor a verme

si no puedes comprenderme

a pesar de mis pesares.

Pero eso sí, si decides

irte, me voy yo contigo.

Debe de haber un testigo

para que nunca te olvides

que alguien te quiso de veras,

pues aún en el panteón,

te querrá mi corazón

entre tantas calaveras.

Heriberto Bravo Bravo SS.CC