Eres coqueta por naturaleza,

no tienes que esforzarte para serlo,

posees tal imán que por tenerlo

me rindes a tu encanto con destreza.

Tus ojos tienen esa sutileza

que cada que me ves, puedo entenderlo,

mi pobre corazón puedes romperlo

y puedes trastornarme la cabeza.

Acaso ni te enteres; pero cada

que llegan a cruzarse nuestros ojos

o dejas en los míos tu mirada,

suscitas en mi ser tales antojos

que al verme ya no quiero más ya nada

que al verme frente a ti, caer de hinojos.

Heriberto Bravo Bravo SS.CC