Tengo pena pero me da risa;

me burlo de ella,

y lo haré más... todavía...

El silencio es silencio,

es igualito a la soledad

¿ para qué voy a pensar distinto ?

Todos se han ido,

no son ni las ocho y media de la mañana;

estoy despierta desde las seis

para que nadie se quede dormido.

Tranquila en mi cuarto

empiezo a escuchar pasos ligeros;

algunas discusiones;

ruidos:

un televisor encendido,

el calefont,

el hervidor de agua,

los tazones,

no hay mucho que hacer,

son todos grandes ya.

Sigo en mi lecho para no molestar.

Cuando escucho pisadas afuera

creo que preguntarán :

"mami, necesitas algo"

¿te duele la cabeza?

............................

empiezan a marcharse,

escucho el golpe de entrada

 ¡ no ! perdón, es el de salida...

un...dos...adiós...

un auto en marcha que se pierde lejos;

nadie se  acordó que yo existía,

 regresarán muy entrado el día,

cansados, a ducharse, a dormir :

"mañana tengo un día pesado..."

así es todo el tiempo,

hoy me dolía la cabeza... jájaja...

ya no;

buscaré mi propia existencia:

tal vez...por alguna razón,

porque no encuentran algo

se les ocurra tocar algún día...

y no haya respuesta...

quizá estaré muerta pero nadie lo sabrá...

pensarán que duermo

Tengo pena, pero me da risa...

jájajajajajajaja...

Margarita

02/04/08

Mis amados poetas compañeros, los que son jóvenes todavía; quienes no lo son tanto pero tienen la dicha de tener a sus padres con ustedes, o cerca, no los olviden, un llamado telefónico cortito es la felicidad para quienes lo somos; un beso de despedida con la bendición de ellos hará que les vaya mejor en su día.

Mi madre vivió conmigo, con la familia hasta las 69 años y jamás salí de casa sin dejar un beso en su mejilla, ella me lo enseñó con su ejemplo, pero los tiempos han cambiado, en este detalle del saludo y despedida no debería ser :

"nunca se sabe si será la úlima vez..."