Encerré mi alma en alta fortaleza

Sepulte recuerdos, seque mis lágrimas

Camine sola por el sendero de mi tristeza

Recogí mis horas, tome mi tiempo

Mi soledad era fría de infinita pobreza

Invente mil historias para cubrir mis heridas

Y puse pensamientos vacíos en mi cabeza.

Le busque un pretexto al dolor

Le cerré las puertas al sentimiento

Y desterré al amor

Silencie mi boca, calle al olvido

Envolví mi mente de negro color

Endurecí mi corazón, lo llene de vacío

Erguí mi rostro y abrí mis ojos sin pudor.

Contra mi razón el tiempo se hizo compañía

Y por mirar al olvido no pude ver

Que tras del dolor, una luz había

Un rostro que tras pálido reflejo

Con dolor y tristeza sufría

Mis dolores, mis cadenas, mis heridas

Compartiendo mi agonía.

De mis manos, mis horas se escaparon

La mitad de mi vida se fue con ellas

Corrieron de prisa, de mi se burlaron

La mirada altanera no consigue la paz

El dolor y la tristeza que acompañaron

Mi aturdido y orgulloso corazón

En húmedo velo mis lágrimas derramaron.

Benditas lágrimas, lavaron mi tristeza

Y vi que el alma no sufre en soledad

Que el dolor huye con presteza

Porque alguien por mi sufrió primero

Desterrar el amor no es una proeza

Ni lo es huir, en silencio, del pasado

Porque pronto auxilio en la tribulación?

Es promesa

La mitad de mis días pase perdida

Masticando soledad

Y sola no estaba mi vida

Acompañada siempre de su voz

Me encontré entre sus palabras escondida

Demore tanto su compañía con mi lamento

Pero en mi su amor siento y me siento escogida.

Oye Él mis clamores con oído atento

Fiel amigo como ninguno

Con su sonrisa, mis temores y dolores ahuyento

Bajo sus alas mi libertad y refugio

No hay tristeza ni pobreza de sentimiento

El calor de su sonrisa, la dulzura de su mirada

Su mano amiga firme, es ahora mi sustento.