Mujer cuantas lágrimas deberán recorrer tu rostro para calmar tu pena.

Pasaran las noches de insomnio y despertaras en la mañana con ojeras malvas.

El tiempo te golpeara el corazón hasta hacerlo sangrar de recuerdos.

Nacerás y morirás en un suspiro, te romperás las manos contra sus fotos.

Tocaras el frío de la soledad, te quemaras en el fuego del odio.

Te hundirás en la melancolía de una canción.

Lloraras, lloraras por él y por ti.

Te quedaras sin voz de gritar al cielo pidiendo una respuesta, buscando una solución.

Arrastraras tu cuerpo herido, cansado, se secaran tus labios por la sequía de besos.

Pero despertaras un día, en el que el sol caliente tu rostro tímidamente.

Y sentirás en viento acariciar tu cara, trayéndote el suave aroma de los árboles y las flores.

La noche te regalará un lucero en el horizonte.

La lluvia te despojará de todo ese dolor y lavara tu cuerpo de las heridas.

Una canción te llevara a volar.

Y tal vez al cerrar los ojos, escuches mi vos susurrándote al oído tu nombre.