Tus ojos llenan la noche de estrellas

cuando presa de tus brazos me besas,

cuando envuelta en tu perfume rezas,

susurrando una plegaria a la diosa griega…

Duermes al mundo con caricias,

terminas con el frío de la brisa.

Empiezas un juego de suspiros

despiertas un universo de deseos.

Tus manos cruzan los límites de lo etéreo

esbozan burbujas tibias en el tiempo,

buscan gemidos ocultos en mi cuerpo

encuentran movimientos ardiendo…

Eclipsas con tu lengua mis latidos

pierdo el control de mis sentidos.

Penetras lento el apetito de mi fuego

incendiando el cabalgar de los anhelos.

Danzan los besos al compás del impulso

calientes y  húmedos, arrasando,

llenando de placer el aire enamorado

conjugando verbos, matando luces

derramando amor en esta íntima batalla

que nos une el alma en una eternidad fugaz.

BASILISA.