Hace rato que no ríe a carcajadas,

como antaño, cuando reír solía,

una mueca se dibuja hoy en su cara

se asemeja a una sonrisa, casi fría.

Nadie sabe dónde se ha perdido el tiempo

de las risas amenas, compartidas,

quizá se las ha llevado el viento

en una racha rara, divertida.

Ella dice que busca y que no encuentra

a esa, la sonrisa extinguida,

que es inhallable, que ambas se desencuentran

entre llegadas, esperas y partidas.

Más siempre responde cabalmente

si una sonrisa requiere la ocasión,

la inventa, rebusca, se convierte

disfraza su tristeza, su emoción.

Y nadie descubre su secreto,

tan solo quien observa esta acción

mirando los ojos que no ríen,

un músculo tan solo es el actor.