Respiro el calor tibio

de las manos de Dios

lo siento en el aire

acaricio las flores

y suspiro por la primavera,

ella llena mis ojos

de colores azucarados

muy dulces

extasiando mis latidos

haciéndolos vibrar.

Y nacen en mí sueños

con besos, con mariposas

con luces en mi versos

que salpican de frescura

los renglones de la vida

sonríen las palabras

vestidas con perfumes

a jazmines y azahares

perpetuos enamorados

de la belleza del amor…

Siento los recuerdos

caer del pasado brillante

como lluvia de pétalos

y poseer mis pensamientos

sumisos mendigos

que se abrazan al sabor

del néctar más preciado

llamado dulce del corazón

sosegando el hambre

vehemente de mi ser.

Invento letras nuevas

para el lenguaje de mis ojos

estos, que ven danzar

por todas partes

destellantes sentimientos

en el aire exquisito de noviembre

conteniendo el universo entero

eterno embelesado ensueño

de mi alma navegante

en mares de papel…

BASILISA.