¡Ey, vos! Sí, vos, sentado/a detrás de tu pantalla leyendo esto. No te conozco y ciertamente no me conoces a mí. Pero quiero decirte algo. Todos tienen su propia historia. La tuya puede estar llena de alegría y felicidad, o puede estar nublada por el dolor y la desgracia. Quiero que sepas que sos una persona hermosa, maravillosa y talentosa. Incluso si tu vida no va como queres en este momento, sé que podrás salir bien. Quiero que me hagas un favor. Sé que solo soy una extraña, pero confía en mí, ¿de acuerdo? Cada vez que veas tu reflejo, ya sea en el espejo del baño, en una ventana en algún lugar o en un charco en la calle, quiero que te mires y te des un abrazo. Porque aunque no seas el/la más lindo/a, ni el/la más inteligente ni el/la más divertido/a, sos algo que nadie más puede ser: tú. Y sos lo mejor que podes ser. Sonreí a los extraños. Tené confianza en vos mismo. Llora cuando tengas ganas de llorar, reí cuando tengas ganas de reír. Trátese como un dios/diosa porque se lo merece. Mantén la cabeza erguida y el corazón abierto. Lo vales todo y algo más. Y recuerda siempre que pase lo que pase, aunque no lo parezca, sos todo para alguien, sea quien sea.