Estas ahi, el grito se mete en tu sangre

que corre, corre...

llena de palabras inexplicables

Sigue su camino natural,

cargada de espinas,

todo sucede en un instante

y culmina en el destino irreparable.

Exclaman los ojos

su invisible destello rojo,

la boca callada, por pura ignorancia,

otorga razon sin juicio

y el asesino mata.

Todo se vuelve gris

incluso a sangre helada,

trata de salir del cuerpo el alma,

sale por un momento

asi no siente nada,

y vuelve...¡tiene que volver!

para que tus pies caminen,

para que tus ojos no lloren,

para que tu voz no hable...

para que no se de cuenta

el pobre asesino del alma

que hoy te ha matado otro poco

tan solo con una palabra.