SOLEDAD.

Ella es tan fría, solitaria y tan vacía.

Su cuerpo tiene nombre pero lo de adentro está vacío.

Tan vacío y obscuro que ni el rayo del sol lo puede alcanzar.

La soledad te abraza y te enllena de tanto vacío, te sientes solo e excluido del mundo.

Es como un pegamento,  no se puede salir al menos que tu te propongas a quitártelo.

Yo lo tuve y lo tengo a veces.

Me acuesto en mi cama en la obscuridad tal como la soledad, me siento vacío tal como la soledad, me siento obscuro tal como la  soledad, me siento como un pegamento que no se puede quitar.

Mi cama me absorbe,  me lleva al vacío.

Me quedo ahí, solo y sin nadie.

A mi garganta lo enreda una soja larga de espinas filosas y gruesas haciendo que mi voz no pueda pedir ayuda.

Mi cuerpo se siente raro sin ganas de nada, mi estomago se siente lleno, lleno de ese vacío tan profundo y intenso.

Esto me quita el apetito, las ganas de comer algo rico o saludable.

Mi cuerpo se pone débil haciendo que mis pies no puedan tocar la tierra.

¡mi alma grita! Gritar tanto que se desespera por que nadie la escucha.

Mi miedo y mis traumas me ganan, se hacen más fuerte.

Pero... wow, un hermoso rayo de luz blanco y tibio cubre mi cuerpo.

Mi cuerpo y alma se despiertan y reclaman lo que se merecen.

La paz cubre todo mi ser.

La soledad uye desesperada por encontrar obscuridad,  ese rayo de luz le pisa los talones, la soledad aclama piedad, pero su cuerpo y alma está vacío.

Ese rayo de luz le dice, por que tan sola y tan vacía, por que tan sola?

Por que tan triste.

La soledad le responde: eso lo que me mantiene viva, esa obscuridad y vacío me mantiene de pie, me alimento de las personas para que ellas estén igual que yo, vacías y tristes.

¿Por qué me toca sufrir a mi?

Yo me merezco más que el vacío, voy por cada persona buscando esa luz, una luz que me vuelva brillante y renacer en gloria.

El rayo de luz se pregunta: por qué tiene que sufrir esto, ella es una niña.

El vacío y la obscuridad siempre fueron su salida.

El rayo de luz se vuelve obscuridad,  se vuele en un vacío tan profundo y tan solo.

Ese rayo de luz desaparece...

De pronto, una luz tan fuerte y brillante golpea a la soledad.

La soledad tan sola y tan vacía se vuelve luz, su cuerpo brilla y su alma renace.

Su cuerpo brilla tal como un diamante tapando al sol.

La soledad ya no era soledad, ahora se llamaba insolera.

Insolera mira a la obscuridad y ve al rayo de luz, su luz se desvanece.

Insolera le dice: por que me diste tu luz, yo no me lo merezco,  soy obscuridad te olvidaste?.

El poco rayo de luz le responde: tu nunca fuiste soledad, tu cuerpo y alma crearon la soledad.

Te aferraste a algo que no te sumaba como persona, decisite buscar y exigir ese algo que creíste que te sumaba, que creías que podrías encontrar esa luz esa paz.

Pero hoy la encontraste, ya no sufras más mi niña, tienes un largo camino donde un tren te lleva al destino, donde a veces el tren se para y entra gente y después se van, algunos se quedan otros no pudieron encontrar donde sentarse.

El mundo es grande y loco.

Descubre lo, descubre que tren y camino dirigirte.

Yo estaré bien, mi luz resplandece por cada lugar del mundo.

Hay gente que no encuentra esa luz, ayuda a lo que puedas ayudar y a los que se lo merecen.

No permitas que nadie te quité esa luz, esa niña que vive adentro tuyo, la que canta y baila con sus muñecas.

Mi luz es tu luz.