Avante examino, abismo ciclópeo me arrastra, me hunde.

De viento las ráfagas ceban sus fauces con sueños. Aturde.

Su furia invasora agita mi nido, impide mis pasos, me esfuma.

Al dorso mi talle tantea impreciso la nada. Negrura .

Y cala profundo mi ser emanando su hedor, me oscurece .

Despoja tamaña oquedad a mi alma su esencia, perece.

Insisto a mi lado perfila el vacío, me rapta, me escoge.

La nada, su todo acicala recuerdos, destruye, me encoge.

Retiene mi habla su afán por postrarme a sus pies, y me humilla.

Me arriesgo extenuada, la venzo y me asomo y allí, otra orilla.

Su clava, la fosa, inerte atraviesa mis huesos. Resisto.

Su esponja celosa se liba mi sangre, consume. No existo.

Mis horas carcome, mi cosmos destruye, me oprime, me apaga.

Sin luz, extenuada, vislumbro a lo alto tinieblas, aciagas.

Derrumbe, lamentos. Usurpa mi mente, su sombra, me aferra.

Exprime mis sesos, los miembros atrofia. Condena que aterra .

Cruenta sofoca vestigios de vida que reptan. Me extingo.

Abajo mis ojos infectos procuran otear, mis descalzos distingo.

Desde ellos pupilas absortas recorren mi cuerpo fatal. Inspecciono

cual lúgubre escena la parca apetece tragar mi sabor. Desentono.

Comprendo el entorno, enjuta me yergo, penetro mi adentro.

Guarece profundo silente sujeto preciado en mi mente. Reencuentro .

Deduzco el presente, me abrazo, me sobo, exhorto a mi brío latente.

Entiendo que ahora, ya sé, no sabía, me apropio, me torno conciente.

Un mundo de adentros explota, atronan mi instante, se cuecen, escapan.

Tinieblas, la nada, la fosa derrotan; abismo y vacío quebrantan, aplastan.

Me abro al afuera, me inserto. Segura revelo mi arte, me afirmo.

Curtida me nutro, de miel de recuerdos, de sueños. Disfruto. Confirmo

que abrupto pesar ha embriagado la débil figura que otrora negaba carisma.

Consuelo mi alma, no juzgo mi ser, me adivino en el rol ser yo misma.

Traslado equipaje de luces, de sueños, de encuentros, matiz de momentos.

Ahora que sé, no sabía que sólo al llegar a lo hondo se puede salir, alimento

mi yo con la garra. Cual sol, relucir mi interior. Si antes viera

qué agible es virar mi pesar a elegir consagrar mis adentros? Afuera.