Hiba en pantalon vaquero y una chamarra sin cuadros,

era un viejo bandolero,que por culpa del dinero,

se metio como un roquero en una tienda de barrio.

dame un cubata muñeca,que la garganta esta seca

y quiero sacar manteca y asi ganarme unos cuartos.

tras tres sorbos explosivos,de ginebra de garrafa

y coca cola de lata,se le subieron colores a la cara del que entonces era un cantante sin plata.

arrancandose el gaznate y mirandose sus manos,

se dijo para si mismo,"ahora no metas la pata",

y en un ingles desconocio y una mueca de pescuezo,dedico aquella cancion a la que puso el cubata.

te espero en la madrugada,apostado en la farola

y como la noche es larga y tu nunca tienes hora,

dejame un par de garrafas y cinco de coca cola.

a las seis de la mañana aparecio la muchacha,

con muchas ganas de marcha y con mi parla borracha,la invite por unas horas.

todo parecia un sueño y con cara de risueño un beso le di a la farola,nos fuimos a un hotelito

de los que cobran por horas,donde las camas se mueven pareciendose a las olas.

alli destapo el roquero,su difraz de bandolero y un trabuco sandunguero con guitarra y un sombrero,

"dijo va por ti buena señora".

la chaqueta tuvo cuadros,el pantalon se plancho,

la guitarra tuvo cuerdas para parar un camion.

la muchacha de la tienda y el roquero cuarenton

todas las noches se besan a las seis de la mañana

junto a la vieja farola que la iluminan los dos.

y esta es la bonita historia del roquero de garrafa,de los que pierden las gafas al cantar

en una plaza por dos cuartos y un jamon,

para terminar rendido esperando en la farola,

en madrugadas muy solas

a la que puso el cubata y le robo el corazon.