Tal vez sea algo evidente pero, te juro que no se como revelarte lo que pasa por mi mente en el instante en que tu mejilla rosa mis labios al saludarte, el como tu sonrisa opaca el tormento de mi existir y es más difícil aun de expresarte como describo tu mirada cuando estas triste, quizás no lo sepas pero aquellas campanillas del corazón que retumban al verte son la sencilla muestra de que estoy perplejo ante ti, piensa lo que quieras no te culparé, Indeliberadamente no nos volvamos a ver pero?

Si tu aliento se trozara con el viento y tus pupilas se dilataran de contentas en el majestuoso cántico del amor debieras bajar del cielo cual centella que alumbra la noche gris para que liberes a este triste ogro que se dejó endulzar el alma y perdió las fuerzas cayendo rendido a los pies de su adorado tormento, mi hermosa orquídea.

Orquídea que mi torpeza perdió y que hoy te entrega con amor su única posesión, su alma.