Llega San Valentín y yo seré cúpido,

como no puedo recibir amor,

me dedicaré a enamorar.

Regalaré a las parejas gotas de rocío,

y aunque haga frío nada habrán de temer,

pues haré que el amor sea su abrigo.

Llega San Valentín y yo seré cúpido,

les regalaré a las parejas los deseos

concedidos,

haré que el amor sea real y sincero,

que pierdan aquellas dudas, junto con los miedos.

Haré que la luna duré más en las plazas,

para que aquellas brazas de amor,

se conviertan en hogueras,

y les perdure más allá de una vida entera.

Llega San Valentín y yo seré cúpido,

en cual me convertiré una vez más,

en lo que nunca había soñado, en un ángel,

que volará por todo el mundo,

haciendo que el amor de la gente sea más profundo,

haciendoles soñar que el amor vale la pena,

y mostrandoles que todo el año es primavera.

Llega San Valentín y yo dejaré de ser cúpido,

para poder besarte en la distancia,

y decirte mi cielo en versos,

que es a tí a quien escribo,

que ya no tendrás dolor.

Las dulces caricias de mis brazos

calmarán tus dolores,

y se alejarán por siempre

por cada suspiro de mis palabras.

Sueña, sueña otra vez,

haz que tu bella mirada brille en tu corazón,

que hoy cúpido se convirtió en hombre,

para regalarte por siempre todo su amor...