los pequeños dolores del alma

viajan como vagabundos hambrientos

entre las miradas de traición,

son pequeñas partículas oscuras y dulces escondidas en la saliva

esperando la luz del beso para germinar en los metálicos rincones de la noche,

brincan de pesadilla en pesadilla

con sus monstruos y orgasmos.

los pequeños dolores del alma

se parecen a tus ojos

y a las ratas calvas del rio sucio de nuestro pueblo,

penetran como pico de picaflor en los sencillos órganos de las flores,

rompen desde pequeñas gritas, desde la fisura de aire entre las células.

los pequeños dolores del alma

llevan es sus tripas de hidrogeno

los segundos de tus muslos intentando crear fuego frotando mis huesos,

clavados en sus pequeños corazones de oxigeno

tus labios y el lunar del que nunca hable,

esquivando cicatrices de amor

en la sangre de azufre tus palabras en tono de lámpara oscura.

Los pequeños dolores del alma

Se escriben con las letras que componen

El dulce canto del los planetas muertos al amanecer,

También el sonido de tu nombre

Sobre todo aquellos pronunciados en aquella oscuridad donde ya no ríes.

Salgo a cabalgar por mis penas

Y se ha sembrado una nueva, con cabellos de sapos

ojos de cristal negro, a crecido en tus óvulos

y ha venido a mi desde tus ojos,

desde tus besos

para sumarse a los pequeños dolores del alma.