Y sentado en el rio de sangre lobrego

entre las iracundas almas pagando su mal,

entre los arboles condenados a perder sus hojas,

me hallaba yo sin haberme llegado el tiempo

Ahi donde los gritos se mezclaban con el llanto

de los malditos cuerpos hediondos, bañados

con extraños liquidos, derramando los cesos

y las entrañas a cada paso en su tormento eterno

Y como sufre la estela y el eter boreal,

sufrian hasta las rocas de aquel sitio

Y como se arranca en pedazos el viento

y se deja romper a merced de las armas,

asi los condenados se devoraban solos

destrozandose el pecho que sanaria

al instante para volver a ser destrozado

Oh, antiguos cuerpos que una vez tuvieron sombra,

oh, vestigios de calor y vida terrenal alguna,

como es que soportaran por siempre el yugo

de los demonios sedientos,

como es que encarnizados a los suelos

del infierno alcanzaran salir de la herrumbre,

y como sera factible el abandonar el sitio

de los titanes con sus grandes penas

en sus cuerpos de igual tamaño

El caso es que yo ahi estaba

y luego deje atras el tormento

caotico de lagrimas secas

pasando al tramo de purificacion

a un lado de las ancas del mundo