Yo sé que tengo un rival que siempre te lleva flores,

y hace que tú te envuelvas en su aroma y sus olores;

lo tienes cerca de ti casi al pie de tu escalera,

y hasta las flores te lleva en verdes enredaderas.

Yo no lo puedo vencer porque tú lo ves primero,

mientras yo lleno de amor largas horas por ti espero;

mas me lleno de alegría, al saber que lo humedece,

mientras su rosas florecen? el rocio mañanero

Tampoco herirlo quisiera sabiendo que es mi rival,

porque con él te sientes cual princesa universal;

y por más que trate y trate, él de robarme tu amor,

yo sé que es imposible, porque es mío tu corazón.

Yo soy un hombre y lo reto a llegar a tu ventana,

Él con sus bellas flores y yo con mi humilde alma;

entonces frente de ti a ver a quien más halagas,

y te decides tener entre tu pecho y tu falda.

Así lo pienso y lo haré creyéndome vencedor,

y él se va a conformar sin pasar de tu balcón;

y aunque se mantenga siempre considerado un rival,

yo seguiré siendo tu amor, y él siempre será tu jardín.

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