Una flor en tu regazo me recuerda

como era ser hermoso, como era

tener pequeños los dedos, y el brillo

de sus ojos como dos mares turqueza.

y también me parece como si brotara

de las entrañas de una piedra, limpia y fresca

esa florecita sostenida de su jóven tallo

venciendo el duro corazón de las aceras;

Una flor en tu regazo tendiendo al cielo

de tu risa, tu mirada o de tus manos;

sin saber a dónde ir se queda,

como dormida entre tus muslos cálidos.

Así me gustaría a mí caer rendido

allí mismo donde se está marchitando

hermosa y con el fuego encendido

en los labios, una flor en tu regazo.