Esperaré que vuelvas;

como siempre te abrazaré con fuerza,

me acurrucaré entre tus brazos, y a tu oído,

murmuraré las palabras que me dicten mis sentidos.

No me pidas que no llore si me faltas,

si eres tú quien ilumina en mi cielo las estrellas,

quien mi espíritu reanima al sentirse moribundo

y con besos enrojece a mis labios como fresas.

Esperaré que vuelvas;

lento es el andar de este tiempo tan cambiante,

que en mi vida sólo quiere retrasarte

con agujas de un reloj inoportuno.

No me pidas que no implore tu presencia,

si eres tú quien encandila con su brillo mis pupilas,

que te miran , extasiadas, impregnadas de belleza.

Esperaré que vuelvas;

te sentiré de nuevo, suave piel de terciopelo,

creadora de mis sueños nocturnos

que te reclaman,ardientes, una noche apasionada.

Y sintiendo el perfume de este amor en la distancia

las lágrimas que en mis ojos se gestaron

Se deslizaran con fuerza de tu camisa a tu cuello.

No me pidas que no implore, que no muera,

que no grite y desespere con clemencia.

¡Que no ahogue esta poesía entre mis penas

que encendidas, se oscurecen por tu ausencia!