Juzgar y condenar

Es de la carne una obra.

¿Qué mal podrá dañar

A una paloma hermosa?

A una reina?

A un ángel predestinado?

A una perfecta diosa?

Porque dicen los humanos

Que relativo es todo aquello

Difícil de determinar.

Lo que para mí es delicado y bello

Feo, muy ordinario y tosco

Puede parecer a los demás.

Gavilanes y cazadores

Han existido siempre.

Y siempre existirán

Hasta el tiempo por Él decretado.

Y un día dejarán de ser:

No existirán ya más.

Razón creemos tener al decir

Que unos que llamamos "buenos y sanos"

Reciben odio e insidia

De aquellos torpes e inhumanos.

Mas yo no los llamo así.

Los llamo aún no alumbrados.

Alumbrados por la Palabra de su Gracia.

Esa ciencia, ese estilo de vida

Que el amor de Dios ha manifestado.

Así que no los juzguemos mal

A esos que hacen lo "malo"

No son ellos; es su carne

Que les hace hacer lo que no quieren

Y "aquello que quiero hacer"

Como dice el Apóstol Pablo,

"Eso no hago."

Amalos con amor genuino,

Sincero, no fingido, santo.

Amalos con el mismo amor

Que el Hijo del Hombre

En ti ha derramado.

Sí, con ese mismo amor, ámalo