En cada trago de vino,

Sólo quiero desahogarme.

En cada trago siento el dolor,

Qué hace mucho tiempo,

Provocó un desenlace.

Mediante una muerte inevitable,

De un ser tan noble y amable;

Nunca supieron cuánto,

Era lo que sufría desde antes.

Había llegado su momento,

Y en su mirada él colapsó.

Mirándome fijamente...

Se ánimo a decirme adiós,

Me fue imposible ayudarle,

Ni una palabra de mi boca salió.

Y al vacío de un precipicio,

Su alma desapareció.

Tal vez porque pensó que en esta vida,

Nada le habría de esperarle;

Y tan sólo él me dejó...

Sin la sonrisa de antes.

Autor: (SNLB023) Santiago Nahuel López Brito.

Domingo 23 de Junio del 2024, Tucumán, Argentina.