Cierro tus ojos profundos con mis labios suaves

y por la espalda me corre la humedad enfebrecida

como perlas en la ansiedad de las fantasías

y te llevo entre nubes azules y rosas amanecidas.

Me enlazo fuertemente a tu cuerpo desnudo

y siento tu fragancia que me envuelve eróticamente.

despertando los placeres que el manantial oculta

y empezamos a sentir la pasión desesperadamente.

Los cantos de los grillos, llegan sutilmente al cielo

y su color azul, invade nuestro lecho perfumado

y se convierte en madriguera de nuestras caricias

y uvas empiezan a destilar sus jugos extasiados.

Nuestras sábanas de satín, huyen de nuestros cuerpos

y nuestra piel, se une al ritmo del humo del volcán

saboreando el manjar que el creador nos a dado

llegando hasta donde las estrellas azules están.