Hay mística ante tu presencia soledad

que arrastras consigo aquel sin sabor de canciones tristes,

su son me lleva hasta lo mas profundo de un abismo donde pierdo mi contexto,

oscuridad que te mudas cada doce horas para dejarme a solas,

con un sol que no me mira, que pasa sin prisa

y yo me oculto bajo las hojas, bajo las sabanas de mis pecados,

oculto en la noche llevo mis viejos trastos,

errores que no me he podido perdonar,

como el agua empantanada que se pudre

y maltrata el aroma de manantiales de esperanza

los que dan sentido y razón para que una vez mas el corazón

no calle sus tertulias.

Escondido en los paños de la noche me miro en su espejo

y en su reflejo el esplendor que brilla

no me deja mirar mas que tus maravillas,

busco todo pretexto para retornar ante el festejo

que me desbasta a cada semana que no me deja nada,

y de estas palabras encadenas de las que quizás estarás cansada

pero que fielmente sigo escribiendo,

porque no puedo evitar esto que hoy siento.

Entre sonrisas disimuladas y un tumulto de reproches

sigo oculto en la noche

tal vez para no aceptar que la conciencia mata

y que un suspiro se me escapa,

si soy culpable entre rejas te seguiré escribiendo,

describiendo este tormento que me carcome

que me cocina a fuego lento

y con garabatos de mi mano cansada,

seguirá en la penas plasmándote en poemas

un derroche de mil amores escondidos en la noche,

componiéndote canciones que te lleven de la ansiedad al gocé

y que tu piel con mi piel se roce

y con mis manos en tus caderas guiarte por estas escaleras

que llevan al cielo para caer desde lo mas alto de nuevo

y ocultarme de la luz que sin tu presencia me ciega.-