Reflexión - LikeaPoem.com
Reflexión
No soy un escritor ilustre,
no pretendo utilizar palabras complicadas,
con significados que para mí no son más que abstractos?
no necesito ser Neruda,
o expresarme como Borges
para relucir sufrimiento, alegría, soledad, -e infinidades de estados emocionales por los que atravieso constantemente, uno por uno- en una carta, en una simple oración que pueda escribir en esa servilleta tirada que me ayudó a desahogarme, o en el cuaderno que alguna vez albergó miles de pensamientos salidos a flote, que con el tiempo pasaron a formar parte del olvido, por el desgaste de sus hojas, frágiles y vacías -a pesar de haber absorbido tanta tinta que plasmó, en curvas y rectas que constituían letras, una corriente de emociones o palabras sin sentido o destinatario específico- que las hicieron desaparecer de a poco.
Debo a la simplicidad, dueña de mis expresiones y hasta de mi persona, el avance en la vida que logré en mis escasos años en este mundo, acompañado de un amor incomparable recibido por mis afectos, y gracias al cual pude hacer frente a problemas propios y ajenos, aprendiendo de los errores, así como también de los aciertos, y entrenando mi lógica y sentido común.
Tantas veces perdí mis pensamientos en oscuros pozos plagados de preguntas que todavía hoy causan controversia y ponen a prueba la mente humana, como lo puede ser el origen de mundo, inclusive el del mismísimo hombre. ¿Habrá un Dios en alguna parte del universo? ¿Alguien pensó en la verdadera razón por la cual estamos hoy habitando la Tierra? ¿En el por qué de nuestras acciones? ¿En el verdadero sentido de la vida?
Nos falta tanto para aprender, pero desgraciadamente no son mayoría quienes realmente se detienen a pensar en estas cuestiones. Hoy los aspectos social, económico y político del mundo se ven envueltos en corrupción, muerte, mentiras, daños morales, éticos y psicológicos que desgastan a una sociedad que no aprendió a convivir sin ser prejuiciosa.
Defraudamos a nuestros ancestros, que tiempo atrás amaron a la tierra habitada y lucharon por su cuidado y bienestar, dejándonos un legado que no sabemos aprovechar.
Sufrimos el mal que cargamos en la espalda, a causa de unos pocos, que, por más pocos sean, abusan de un poder otorgado por quienes confiaron en sus decisiones.
¿Cuántas muertes deben sacudir al mundo para concienciarnos?
Necios sumidos en el verde de la ambición,
hoy nos atacan sin razón;
no se dan cuenta de que si fueran fieles a su gente,
les iría mucho mejor.
Negligencia de unos pocos,
-Que, por dueños del poder,
?Ya no tienen qué perder?-
Nos atrapa entre cuatro paredes
Y, apretándonos en redes,
No nos dejan escapar.
Yo no quiero esperar a un Dios,
que sólo está presente cuando algo bueno pasa,
y tener que sentirme culpable
por la maldad de nuestra masa.
Y es que el hombre puede hacer el bien,
no se rindan ni se engañen
que acá ni Alá ni Buda
curan enfermedades.
El mundo de lo fantástico nos sirve para escapar,
mas quienes no logran hacerlo,
con el peso de la realidad cargan,
enfrentando un siniestro presente,
por el que muere nuestra gente.
No más indigentes ni analfabetos debe haber,
unámonos en la lucha y
concretemos hechos,
que aún estamos a tiempo,
aunque nuestros hijos quizás la sufran,
de salvar a nuestros nietos.
Un niño muere;
Una sonrisa se apaga;
Un país agoniza;
Una luz de alerta? nadie la enciende
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